A más volumen, más hamburguesas

Un estudio concluye que la música alta en los restaurantes puede llevarte a pedir hamburguesas en lugar de ensalada

Los restaurantes ruidosos son una fuente de quejas constantes en los que no solo se ve afectado el oído de los comensales, sino también sus cinturas. Un nuevo estudio publicado en el Journal of the Academy of Marketing Science ha descubierto que si la música ambiental que se reproduce en un restaurante es más ruidosa, los clientes son más susceptibles de elegir alimentos poco saludables.

Dipayan Biswas, profesor de marketing en la Universidad de South Florida, condujo el estudio en un café en Estocolmo, donde se reprodujeron en bucle varios géneros de música a 55 y 70 decibelios en diferentes momentos, durante varios días. Cuando la música estaba a mayor volumen, los investigadores se dieron cuenta que el 20 por ciento más de clientes pedía algo ‘poco sano’, en comparación con los que comían en los momentos de menor volumen.

La música más suave es relajante, y la música más fuerte nos excita. «Se ha demostrado que el volumen afecta directamente la frecuencia cardíaca y la excitación», según el estudio. Y también afecta nuestra toma de decisiones:

En la calmada tranquilidad de un jazz suave, tenemos un mejor autocontrol y tomamos mejores decisiones sobre qué alimentos serían mejores para nosotros. Pero en la emoción de la música rock, queremos carne y queso y si puede ser, con patatas fritas. Y también una cerveza. . . o tres.

Aunque el estudio es muy reciente, refuerza aquella sabiduría popular que los propietarios de restaurantes conocen desde hace mucho tiempo: Crear la atmósfera adecuada es esencial.
En algunos casos, el volumen de los restaurantes puede conllevar un riesgo laboral para las personas que trabajan en ellos. La exposición constante a niveles de ruido superiores a 70 decibelios puede causar pérdida de audición con el tiempo.
El artículo de Biswas muestra que el ruido puede influir en los comensales para pedir ciertos tipos de alimentos, lo que puede aumentar el valor de la facturación. «Los restaurantes y supermercados pueden usar la música ambiental de forma estratégica para influir en el comportamiento de compra del consumidor», dijo Biswas en Science Daily. Según el estudio, «estos hallazgos permiten a los gerentes de los restaurantes orientar estratégicamente el volumen de la música para influir en las ventas».

Por mi parte intentaré decidir el plato que voy a pedir antes de entrar en el restaurante…

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